Decidí estudiar biología molecular para explorar las últimas fronteras del conocimiento. Y aunque estas fronteras parecen alejarse más a medida que aprendemos sobre ellas, mi entusiasmo por seguirlas crece al mismo ritmo.
Actualmente los campos que más me apasionan son la ingeniería genética y la biología sintética. No solo en su faceta básica, sino aplicando su enorme potencial para resolver los grandes problemas del mundo, como la contaminación, las enfermedades o el hambre.
En el plano de la investigación básica, otro que llama mucho mi interés es la neurociencia, especialmente en los campos del aprendizaje y la toma de decisiones, la forma en que vemos el mundo, o el origen de la propia consciencia.
Si quieres contar conmigo para investigar en un proyecto, solo recuerda: cuanto más ambicioso sea su objetivo, más difícil me será resistirme a participar.